sábado, 10 de septiembre de 2016

Imaginando países




LXXX

Imaginemos que gobierno un pequeño país de pocos habitantes.
Mis súbditos tendrían embarcaciones que no utilizarían.
Les enseñaría a temer a la muerte y a no alejarse.
Por muchos carruajes que hubiese, no viajarían en ellos.
Aunque tuviesen armas y corazas, no las mostrarían.
Les llevarías de nuevo al uso de cuerdas con nudos (en
lugar de escritura).

Encontrarían sabroso su alimento;

ricos sus vestidos;
cómodas sus casas;
felicidad en sus costumbres.

Aunque los reinos vecinos se hallasen tan cerca

que pudiesen oír el ladrido de los perros y el canto de los gallos,
los hombres de este pequeño reino no desearían nunca abandonarlo.

Lao Tse, Tao Te Ching (El libro del recto camino). Ediciones Morata, sobre la traducción al inglés de Chu Ta Kao, vertido al español por Caridad Díaz-Faes, Madrid, 1980.

Fuente: Blog contrarrientes de Luis Eduardo Contreras "La clonación, ¿un bien social?"

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